viernes, 1 de abril de 2011

¡TE QUIERO TAL COMO ERES!

Con respecto a las intervenciones de los educadores sociales, éstos pondrán un empeño especial en conseguir que el niño con síndrome de Down desarrolle sus capacidades de atención, observación, percepción y discriminación, que le facilitarán una actuación adecuada en cada momento. Como es natural los niveles o exigencias serán un poco más altos cada vez, de modo que el niño progrese en todas sus capacidades. También ahora será preciso seguir un programa sistemático y estructurado para lograr que el niño esté bien preparado para los aprendizajes escolares. La situaciones naturales y espontáneas en las que el niño desarrolla y hace uso de su capacidad discriminativa, son necesarias, pero insuficientes para participar después con éxito en la escuela.

Los niños con dificultades de aprendizaje en general y con síndrome de Down en particular, necesitan ver y hacer de un modo sistemático y ordenado, para aprender y comprender. Esta necesidad implica que el educador haga un buen programa, aprovechando cada una de las tareas realizadas por su alumno. En cada una de las tareas el niño debe recibir una buena información verbal de lo que realiza. Además, en torno al objetivo fundamental de esa actividad, se aprovechará esa tarea para repasar o afianzar objetivos de otras áreas.

Un ejemplo podría ser el de un alumno que debe desarrollar el uso y la coordinación de ambas manos, cuando habitualmente "ignora" una de ellas. Si el educador elige la tarea de abrir y cerrar unos cilindros o toneles encajables de colores, se aprovechará esta actividad para "repasar" la asociación de color y tamaño, los conceptos abrir-cerrar, meter y sacar, ¡más-más! Si se puede se harán una o dos torres, se compararán las alturas, se repasará el concepto encima. Al recoger todos los toneles, el niño comprenderá las relaciones entre los diferentes volúmenes y afianzará su comprensión sobre la permanencia del objeto. Será preciso que el educador le ayude a observar, dándole la información verbal precisa sobre lo observado. Así el niño incrementa su compresión. Es preciso evitar grandes discursos y frases largas, que serían un obstáculo para que el niño capte la palabra clave que describe el concepto o la acción.

También se indicará a la familia que aproveche las situaciones naturales que brinda el hogar, para que el niño participe en tareas en las que tiene que hacer uso de sus capacidades perceptivas: desde clasificar los cubiertos que se sacan del lavaplatos, hasta colaborar en la descarga y orden de la compra hecha en el supermercado, o recoger bien su ropa y juguetes. En estas acciones realizadas en el hogar, es fácil incorporar los conceptos básicos: grande-pequeño, dentro-fuera, encima-debajo, etc. que el niño aprende en la realidad y practica en situaciones diferentes, facilitando su consolidación, transferencia y generalización. Muchos niños no avanzan más porque no se aprovechan las situaciones naturales, ordinarias, para que piensen y aprendan.

Según una noticia digital de la Agencia Peruana Andina, en el Centro Educativo Básico Especial “Solidaridad” la directora solicita a alguna institución o personas con solvencia económica, que puedan apadrinar, solo durante su edad educativa, a alguno de los alumnos con Síndrome de Down, ya que son muy pobres, no tiene recursos para poder alimentarse y tampoco una buena educación. Por ello, la directora pide ayuda porque al ser la mayoría niños desnutridos, pues desarrollan sus habilidades y destrezas más lentamente. Aunque el centro les apoya y ayuda al enseñarles cómo deben hacer las labores del hogar, a adaptarse en la sociedad y puedan en un futuro desenvolverse en el campo laboral.

También, la directora hace una petición a los padres de los niños con Síndrome de Down, diciéndoles que refuercen en casa lo que el niño va aprendiendo a diario en la escuela, para que así los niños puedan adaptarse a la familia y lleguen a hacerlos independientes.

Según mi opinión, estos niños con Síndrome de Down necesitan afecto, cariño y apoyo para que puedan desarrollarse tanto personal como socialmente. La evolución de ellos también es más lenta porque son familias con escasos recursos económicos y, además éstas no pueden atender todas las necesidades de sus hijos, aunque si podrían ayudarles a ser independientes gracias al impulso que deben establecer ellas en sus hijos, para que aprendan como se ha dicho las tareas del hogar. Así, estos niños podrán desarrollar una vida como cualquier otra persona sin Síndrome de Down.


Para concluir, expreso que las personas con síndrome de Down están demostrando cada vez más que son merecedores de la confianza que se está poniendo en ellos al promover su integración social plena. Ellos merecen ser respetados, ayudados y apoyados por todas las personas, ya que son seres humanos y por que tengan algunas características distintas a las de las personas normales, no significa que ya los tengamos que aislar y alejar de nuestras vidas. Al contrario, tenemos que darle todo nuestro cariño para que puedan desarrollarse tanto personal como socialmente e integrase en la sociedad sin impedimento.

Para que se consiga la integración de estas personas con Síndrome de Down, es imprescindible la actuación de los Educadores Sociales, ya que es el profesional que más les puede ayudar para su desenvolvimiento en la sociedad.

Por ello, en un futuro me gustaría conocer más a fondo y poder intervenir con este colectivo, además con el de Autismo, porque he observado que necesitan mucha ayuda educativa para llegar a ser independientes y poder luchar por sus derechos y oportunidades laborales.

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