viernes, 28 de enero de 2011

CENTROS DE MENORES



Para comenzar, los centros de menores son hogares alternativos, cuya finalidad es atender de manera integral a aquellos/as niños/as que, por distintas causas, no tienen cubiertas, al menos temporalmente, sus necesidades materiales, afectivas y educativas en el seno de su propia familia.

El objetivo final de estos centros es la socialización de los niños/as y la normalización de su vida, por medio de un trabajo personalizado que ayude a los menores a su propio crecimiento personal y social.

Según los distintos tipos de centros de menores que existen, se destacan los siguientes:

1. Centros de protección: donde el menor es la víctima porque ha sufrido algún tipo de maltrato, ha sido abandonado por los padres, etc. En este tipo de centros se protege y apoya al menor para su desarrollo normalizado tanto personal como social.

2. Centros de reforma: se intenta reformar al niño/a que ha cometido un delito o hurto, ya que no puede ser encerrado en una prisión por ser menor de edad.
El principal objetivo de este tipo de centros es rehabilitar al menor, darle pautas, modelos de conducta y ayuda necesaria para que pueda incorporarse en la sociedad con normalidad, formación
y apoyo.

Esta información ha sido la que hemos examinado en el segundo seminario de Intervención Educativa ante problemas de Desadaptación Social. Asimismo, quiero destacar que, tanto el anterior seminario como este, han sido muy interesantes y me han aportado muchos conocimientos nuevos.

Estos temas, acogimiento familiar y centros de menores, son imprescindibles conocerlos, puesto que seremos futuros trabajadores y educadores sociales y trabajaremos en estos ámbitos.

Por ello, al observar varios videos donde se muestran y observan los comportamientos violentos y agresivos por parte de los profesionales de los centros, expreso que la organización Aministía Internacional ha denunciado los abusos que se cometen en ellos, los cuales se encuentran bajo la tutela del Estado y algunas comunidades autónomas. Según esta organización, los responsables de estos centros "no vigilan la impunidad" con la que se actúa sobre los menores. Se trata en todos los casos de centros terapéuticos custodiados por administraciones públicas.

Los niños ingresados en estos centros pueden "ser víctimas de abusos sexuales, malos tratos, tratamiento cruel y degradante, ser encerrados en celdas de aislamiento, atados, amordazados, medicados sin diligencia y en contra de su voluntad" y todo, con "total impunidad" porque su existencia y su realidad son "invisibles". Además, la ONG denuncia que tiene documentados 10 suicidios en la última década.

Aministía ha hecho pública esta denuncia en la presentación de un informe titulado "Si vuelvo, me mato", basado en 150 entrevistas con más de medio centenar de menores, además de familiares y educadores de distintos centros de menores de las autonomías donde se ha desarrollado la investigación.

"Si yo atara a mi hija en una silla con cinta de embalar, si le diera medicación sin decirle para qué, si la mantuviera varios días aislada en una habitación y si además me negara a informar a nadie de lo que le ocurre a mi hija, el fiscal o la autoridad judicial me la quitaría. Si esto lo hace el Estado en los centros terapéuticos, como ha documentado Aministía internacional (AI), no pasa absolutamente nada", denunció el director de Amnistía en España, Esteban Beltrán.

A continuación, Carmen González Alcántara, una trabajadora social de un centro de menores, escribe este testimonio real producido en el centro y es el siguiente:

"Hola me llamo Clara. tengo 8 días de nacida. quiero contarte algo que me pasó pero no se lo digas a nadie. Veras, mi familia me tuvo que dejar en este centro de menores. Yo oí decir que me llevarían a un sitio donde me atenderían como me merezco. Cuando me dejaron me enteré por otros bebes, que tenia que cuidarme de no molestar a las trabajadoras porque se enfadarían conmigo. La otra noche me dolía la tripita y no podía dejar de llorar. Sentí dolor y desesperación porque nadie me atendía. Solo oía decir a los adultos: deja que llore, no la cojas porque se acostumbra. Otro bebe que estaba al lado de mi cuna y que le faltaba pelos de un lado de la cabeza por no cambiar de postura, me decía: te lo dije, si lloras es peor. Cállate que si no, se enfadan conmigo también y siguen sin cogerme. Llora cuando esté el otro turno de trabajadoras. No pude callarme y me pasé la noche llorando de dolor sin tener respuesta, porque es como me merezco que me atiendan. A mi me sale el pelo por todas partes de la cabeza porque no me quedo quieta ya que no paro de llorar. De esa manera de vez en cuando alguien se detiene a tocarme. Si quieres puedes cogerme un poquito,te prometo que no lloraré.

A mi amiga Tita de 15 días, que esta en otra cuna la sentí vomitando. Cuando la vi comprobé que se le salía la leche por la nariz y la boca. Me contó mi amigo Lucas (el que le falta pelos por un lado de la cabeza) que tengo que tener cuidado cuando me vayan a dar el biberón a mi por si me pasa como a Tita. Según me cuenta Lucas alguna trabajadora si ve que como lentamente, me puede hacer un agujero en la tetina del biberón para que termine antes. Eso es lo que le hicieron a Tita. Yo procuro tomarme la lechita pronto, pero no puedo y me pongo nerviosa cuando siento que la trabajadora me apura para comer mientras comenta con otra trabajadora enfadada: “esta niña me pone nerviosa, come ya, que lenta eres, quita p’allá, yo no la quiero, que le de otra de comer“. Ya me han cambiado la tetina tres veces en un dia, una en cada turno. En un turno dejé la mitad porque me quedaba dormida y la trabajadora me dejaba de dar el biberón. En otro turno me cambiaron la tetina porque decía que tenia el agujero muy pequeño. En otro turno (el de ahora) oí decir que me hagan un agujero en la tetina para terminar antes, mientras dice la trabajadora: “ ya veras como ahora se le quita la bobería”. Me gustaría saber que es la bobería para poder comer tranquila, seguro que es algo que me tienen que hacer para atenderme como me merezco".

Con respecto a este testimonio, menciono que todos estos comportamientos y actitudes agresivos deben eliminarse de los centros de menores, puesto que son ilegales desarrollarlos hasta este extremo. Además, no benefician a las víctimas para su recuperación y desarrollo normalizado en la sociedad y pueden causarles traumas psicológicos en su desarrollo vital.

Mi opinión general sobre este tema tratado en la conferencia es que, todos los profesionales que permanecen en estos centros de menores deben conocer cómo deben reaccionar y qué técnicas desarrollar ante los comportamientos agresivos de los menores. Por ejemplo, cuando las personas con síndrome de Down mantienen conductas agresivas y violentas, los profesionales tiene que tener la actitud de "pegarles un pellizco" para que éstos dejen de comportarse de esa forma.

En cuanto al reducido número de centros en la sociedad, muchos menores permanecen durante un largo periodo de tiempo esperando que sean desocupadas algunas plazas en estos centros. Por ello, deben construirse más centros, para que estos menores no tengan que esperar un cierto tiempo para su traslado y permanencia en ellos.

Para finalizar, me gustaría trabajar en estos centros, puesto que desempeñas una serie de funciones y un trabajo, el cual es recompensado satisfactoriamente con el cariño y admiración de los menores. También, tiene un inconveniente que es la realización de actividades como las tareas del hogar o del centro, las cuales no deben realizarlas los profesionales como trabajadores y educadores sociales, ya que cada uno de ellos tienen unas funciones específicas.

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