En primer lugar, destacar que en la sociedad se llevan a cabo varias intervenciones educativas para la inadaptación social, pero éstas se desarrollan desde tres ámbitos como son la acción social, el escolar y el judicial.
El ámbito de la acción social interviene estableciendo acciones educativas destinadas a la población con problemas de inadaptación social o en situación de riesgo. Las acciones que predominan son las de compensación por desventajas o privaciones sociales, educativas o afectivas que pueden presentar los sujetos, las de prevención, de corrección y de protección. También, hay que destacar que la tipología de destinatarios dentro de este ámbito es más amplia que en el ámbito judicial o escolar.
El ámbito escolar desarrolla estrategias de intervención educativa dentro de la escuela. Estas estrategias van dirigidas para aquellos alumnos que presentan problemas de inadaptación social en los centros escolares y tienen como objetivo primordial, la prevención.
Con respecto al ámbito judicial, se establecen varias estrategias de intervención como son la normativa judicial-penal autonómica, estatal e internacional, algunas legislaciones, etc. Todas estas intervenciones buscan la reeducación de los sujetos y la corrección de las conductas ilegales. En otros casos, también son sujetos de intervención aquellos niños y jóvenes que se encuentran en situación de riesgos sociales como consecuencia de su situación sociofamiliar. Por ello, los principales objetivos de estas intervenciones son la de protección y prevención.
A continuación, se desarrollan varios programas de intervención como son los siguientes:
Las respuestas a las situaciones inmediatas y puntuales
La necesidad de anticiparse a las problemáticas programando acciones a más largo plazo.
Actuaciones preventivas, incidiendo directamente en aquellas variables o factores productores o mantenedores de la problemática.
En la Animación Sociocultural, los programas son grupales y comunitarios, ya que van destinados a grupos de personas y a comunidades. Estos programas tienen como objetivo la participación y dinamización del colectivo con el que estamos interviniendo.
En desadaptación, los programas son individuales porque las personas tienen problemas personales y unas características individuales, las cuales no pueden ser tratadas todas de la misma forma.
En las Uniones Básicas de Atención Social Primaria (UBASP), los programas se destinan tanto a individuos o familias como a grupos y comunidades. Los cuales establecen intervenciones para prevenir la situación de riesgo social en la población.
Una vez desarrollados todos estos programas, comentar que según los trabajos de Andrews (1990) y de Lipsey (1992), los programas más efectivos han sido los programas llevados a cabo en medio abierto, grupales, multimodales, con tendencia a lo monotemático, altamente estructurados y de aplicación corta e intensiva. Además, es imprescindible que los temas del programa hagan referencia explícita a los factores de riesgo diagnosticados, en los cuales el programa tendría que tener un carácter preventivo, o a la conducta conflictiva en concreto.
Por consiguiente, un autor llamado Trilla (1997), expresa que un programa o proyecto, sea individual o colectivo, sea preventivo o correctivo, puede conceptualizarse de la siguiente forma:
La elaboración del proyecto es un proceso de reflexión.
El proyecto demuestra una capacidad de previsión y anticipación a una situación analizada.
El proyecto es un resultado formalizado que presenta las opciones de intervención.
El proyecto es una herramienta de gestión.
El proyecto es un instrumento de trabajo en equipo.
El proyecto es una forma de exteriorización de unas ideas.
El proyecto tiene una dimensión temporal.
Ante todas conceptualizaciones, mencionar que en la desadaptación social entendemos el proyecto o programa como una herramienta formal que guía y orienta las acciones que debe emprender el profesional a la hora de incidir en los procesos formativos y de ajuste social de las personas. También, es necesario fundamentar porque es imprescindible intervenir por programas, ya que la comunidad, grupo o persona necesitan unos servicios y ayudas para integrarse o adaptarse en la sociedad.
Por último, comentar que todos los profesionales de lo social tenemos que elaborar programas o proyectos y por ello, tenemos que tener en cuenta distintas fases y son las siguientes:
Análisis de los elementos contextuales
Análisis de los elementos personales
Hipótesis de intervención
Diseño de la acción educativa
Conocimiento de los factores condicionantes:
El punto de partida u origen del programa: en este apartado se desarrolla una política establecida por un organismo público, desarrollo de una iniciativa individual, grupal o institucional, respuesta a una demanda expresada, respuesta a una problemática diagnosticada, canalización de demandas de diferentes colectivos de la comunidad, etc.
Las características de la organización gestora.
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