Para comenzar con esta entrada, me gustaría comentar que muchas personas piensan que conocen qué significa adicción y qué tipos existen. Pero por lo observado, no tienen conocimiento sobre ella, puesto que no se dan cuenta de que el término adicción se define como una persona que se encuentra en un estado de dependencia a algo. Muchas veces, cuando nos preguntan ¿eres adicto a algo?, decimos que no, pero todas las personas somos adictos a algo, puesto que existen en la sociedad muchos medios de influencia como son la televisión, el grupo de iguales, internet, etc, es decir, la sociedad en general.
Asimismo, destaco distintos tipos de adicciones para que todos nos demos cuenta de que sí somos adictos a algo y los efectos que provocan cada adicción.
- Fumar ----> Cáncer en Pulmones
- Drogas ----> Robo, Daños en los órganos, actitud agresiva, etc
- Alcoholismo ---- >Daños severos en el hígado
- Comer ----> Obesidad
- Trastornos alimenticios---> Anorexia/Bulimia
- Video Juegos ----> Improductividad
- Chat ----> Perdida de tiempo
- Pornografía ----> Enfermedad mental
- Sexo ----> Prostitución
- Mitomanía (mentir de forma compulsiva) ----> Perdida de credibilidad
- Dinero ----> Avaricia
- Trabajo ----> Descuidas relaciones personales
- Codependencia---> Pérdida de la personalidad.
- Ludopatía--->Obsesión por el juego y pérdida de control.
- Cleptomanía---> Delincuente.
Al observar todos estos tipos de adicciones, reflexiono que uno de los medios d
e comunicación que más influye a ser adicto a algo es la televisión.
Este medio influye poderosamente sobre los espectadores, configurando su personalidad y sus gustos. Predispone, condiciona, y genera actitudes, conductas, formas de pensar, gustos, costumbres y modas. Por eso es que ejerce su influencia especialmente sobre la cultura infantil y la juvenil. La personalidad de un niño o de un adolescente no se conforma de la misma manera viendo o no televisión.
La televisión producen niños y jóvenes aislados del mundo que los rodea, incapaces de comunicarse y adictos a varias cosas. Es decir, por la influencia de anuncios, películas, imágenes violentas, etc los menores imitan las conductas de los personajes de la televisión y empiezan a consumir drogas, tabaco y alcohol observadas en películas, a tener trastornos alimenticios por culpa de la moda de “las mujeres delgadas”, los anuncios del chat para conocer gente, películas e imágenes pornográficas, etc.
La televisión, el más fantástico medio de comunicación social, es también el mayor medio de incomunicación familiar y social, puesto que se comienza, según mi punto de vista, a ser adicto a través de este medio y luego, se va siendo adicto también a otras cosas como el internet, al juego, a fumar, las drogas, etc.
La televisión alienta la propensión al consumo. Estamos amaestrados para el consumo como por ejemplo al consumo de la moda.
Los niños llegan a ser leales y entusiastas consumidores de un producto determinado como por ejemplo a los juegos. Pero a medida que se van haciendo adultos, van siendo adictos a más de una sola cosa como por ejemplo al tabaco, alcohol, trabajo, moda, etc.
Los niños no sólo asedi
an a sus padres con el fin de consumir determinado producto sino que llegan hasta el extremo enfermizo de decir: «Papá, compráme algo.». Aquí es donde comienza el niño a ser adicto, y luego evoluciona y la adicción se vuelve múltiple a causa de la sociedad. Cada vez se fabrican y crean cosas nuevas, por lo que la moda nos hace consumir más y ser adicto a esa novedad.
Hoy, en la Posmodernidad, padecemos una nueva enfermedad: la teleadicción o síndrome de adicción televisiva. Pasar frente al televisor, la computadora o los video-juegos tres horas por día produce una adicción tan fuerte como el consumo del tabaco o las drogas. Hay personas que llegan al punto de depender tanto de la televisión cuanto de los alimentos. Y pierden el contacto directo con la realidad. Lo real pasa a ser lo televisado, no la experiencia personal. Para los adictos a la televisión, las cosas no son verdaderamente reales mientras no las hayan pasado por ese medio. Viven una verdadera esclavitud. Y si se los priva de la televisión, aparecen los síntomas de la abstinencia: la depresión, el aburrimiento, la irascibilidad, la angustia, etc.
Estas personas llegan a pensar, a amar, a odiar, a rechazar, a aplaudir, a vestirse y a comportarse según lo que han aprendido por televisión.
Los efectos nocivos de la televisión no son producidos exclusivamente por los programas que se emiten: un rol importante lo juegan los espacios de publicidad. A continuación, se presenta una guía básica para analizar un aviso o propaganda. Siguiéndola se podrá descubrir el mensaje que la misma transmite y los medios de que se vale para hacerlo.
1 ¿Qué se ve en el anuncio? (Prestar atención a todo: objetos, imagen, novedad, etc.)
2 ¿Qué producto se quiere vender?
3 ¿Cuál es su marca?
4 ¿Cuáles son las palabras que se destacan más y cuáles menos? Entre palabras e imágenes, ¿qué es lo que más se destaca?
5 ¿A quién va dirigido el anuncio? (Nivel económico-social-cultural, edad, sexo)
6 ¿A qué apunta la propaganda? (Algo que el consumidor no tiene y desea: sensualidad, conquista del otro sexo, poder, dinero, internet, etc.)
7 ¿Qué soluciones ofrece para esas carencias? (Teniendo el producto se puede ser feliz: en lo sexual, por su carga erótica, varonil, femenina, de atractivo, de fuerza o de placer; en el amor, por su condición maternal, paternal, por su ternura o su bondad; obteniendo seguridad, a través de la riqueza, el dominio, la salud, la decisión, el poder, el prestigio o el éxito; obteniento reconocimiento social, siendo más agradable y popular como por ejemplo por fumar, beber alcohol, tomar drogas, tener dinero, etc y logrando así un mejor status social).
8 ¿Sobre qué necesidades profundas del potencial consumidor se apoya el mensaje?
9 ¿Qué ideal de mujer o de hombre se encuentran implícitos en el mensaje?
Por ello, más tiempo se encuentre una persona frente al televisor, menos capacidad de iniciativa tendrá la misma.