Una vez transmitidos e incorporados los conceptos sobre la evolución de la mujer, ésta en el ámbito laboral y la violencia de género, se desarrollan varios aspectos interesantes y fundamentales a conocer para entender la situación en la que se encuentra la mujer en la actualidad.
En primer lugar, se destaca lo principal que debe conocerse sobre el papel de la mujer en las últimas décadas.
La vida de la mujer actual está atravesando una etapa de transición que suele provocarle un estado de estrés difícil de sobrellevar.
El rol de la mujer en la sociedad se ha ido modificando a partir del ingreso masivo femenino al mercado laboral.
Durante la última guerra mundial muchos hombres de los países involucrados, fueron asimilados a las fuerzas armadas y se vieron obligados a dejar sus trabajos en oficinas y fábricas.
Por otra parte, la guerra, aunque significó una gran pérdida de vidas y recursos, incrementó la producción y activó la economía que todavía sufría los efectos de la depresión de los años treinta.
La ausencia de mano de obra masculina fue reemplazada por mujeres, que de esa manera tuvieron que modificar sus vidas hasta ese momento limitadas a las actividades hogareñas.
Las mujeres de principios del siglo pasado eran educadas para casarse, tener hijos y atender un hogar y eran escasas las familias que mandaban a sus hijas a la universidad.
Actualmente las estadísticas reflejan que existe un mayor porcentaje de profesionales mujeres que se encuentran estudiando.
Por otra parte, la participación femenina ya no se limita a carreras estrictamente para mujeres, sino que abarca todos los ámbitos profesionales, habitualmente ocupados por los hombres.
El nuevo rol de la mujer en la sociedad ha modificado su rol en la familia, cuyos miembros aún no han podido adaptarse a las nuevas reglas de juego.
La mujer ha incorporado tareas a su quehacer cotidiano, sin dejar las que realizaba habitualmente, debido a que no encuentra reemplazante.
Todavía muchos hombres, educados con madres que realizaban todas las tareas hogareñas, no pueden asumir la obligación de colaborar a la par con sus parejas en las actividades hogareñas.
Según mi opinión, los hombres tendrán que ir adaptándose cada vez más al nuevo rol que les exige la vida moderna colaborando activamente con las tareas domésticas.
Además, pienso que el desempeño correcto de este rol les dará a los hijos el marco adecuado familiar que representa el continente necesario para que puedan mantener un estado emocional equilibrado, sin altibajos y sin conflictos.
La imagen de la mujer en el hogar es insustituible para los hijos, y no implica la realización de ninguna tarea sino sólo el hacerse cargo de la atención necesaria para que estas tareas se cumplan.
El hombre no tiene condiciones para cumplir este rol adecuadamente, porque es más racional y no se involucra emocionalmente. Puede realizar cualquier trabajo hogareño, eso si, pero para él será sólo un quehacer doméstico aislado, sin visión de conjunto y sin ningún otro significado.
Las mujeres, aún hoy, siguen tratando de elevar su autoestima después de muchas generaciones de sometimiento y desvalorización; y de haber sido consideradas a través de muchos siglos por gran parte de las culturas, como seres inferiores sin ninguno de los derechos del hombre.
Por ello, en el ámbito laboral, las mujeres se encuentran en desigualdad con respecto a los hombres.
Según una noticia digital, con la crisis actual está aumentando la discriminación de la mujer en el trabajo.
Desde que la mujer se incorporó al trabajo, ésta siempre ha sufrido una situación de discriminación frente al hombre. Sobre todo en los puestos directivos, ya que con el paso de los años la diferencia ha aumentado.
Ernest Poveda, presidente de ICSA, asegura que esta situación no tiene sentido, ya que “la sociedad hace una inversión muy importante en la formación de las mujeres.
Pero, la situación de la mujer en el mundo laboral es, en general, discriminatoria. No sólo se ha reducido su presencia en los altos mandos, sino también en puestos de empleados. Además, cada vez más suenan términos como el “mobbing maternal laboral” que se refieren a la violencia o acoso hacia la mujer en el puesto de trabajo por el hecho de ser madre.
Existen dos tipos de Mobbing, como son los siguientes:
- El mobbing horizontal: es el producido entre personas del mismo estatus dentro de la empresa, es decir, entre compañeros.
- El mobbing vertical: es el producido de arriba a abajo entre el superior y el inferior dentro de la estructura de la empresa, en el que una persona se aprovecha de su mejor puesto en la jerarquía laboral para humillar a un trabajador, a fin de atentar contra hasta el punto de indignidad que le lleven a abandonar el trabajo o recluirse en sí mismo, preso de su aislamiento.
Las estrategias y las modalidades utilizadas para someter a la víctima a acoso laboral o mobbing son muy variadas, y la mayor parte de las veces se combinan una con otras a modo de tratamiento integral.
Al observar este vídeo sobre el Mobbing, expreso que el acoso laboral a las mujeres embarazadas debe eliminarse mediante un control en las empresas, puesto que muchas veces ocurre que los empresarios y directivos se aprovechan de las capacidades de las mujeres para realizar todos los trabajos y ahorrarse otro sueldo. También ocurre cómo, al quedarse ellas embarazadas, se dan de baja maternal y ésto no lo quieren muchas empresas, porque dicen que pierden beneficios, pero no es así. Es decir, cuando una mujer se da de baja, la empresa no le paga los meses de baja, sino que es la Seguridad Social la que se encarga de pagárselos.
Asimismo, se debe concienciar a los directivos y empresarios de que, las mujeres embarazadas tienen el derecho de una baja maternal y de una posterior incorporación al ámbito laboral.
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