
En la sociedad, muchos menores son acosados y maltratados por sus compañeros en los centros escolares. En el 2010, los casos de Bullying han aumentado un 16%, por lo que es necesario conocer las causas de estos sucesos, para poder intervenir educativamente, tanto con las víctimas como con los agresores.
En primer lugar, destacar que las causas por la que estos menores tienen unos comportamientos agresivos son por culpa de la televisión y la actitud de sus padres.
Hace unos años, se publicó una noticia que sorprendió a la sociedad, la cual fue que un menor de cinco años había saltado del cuarto piso de un edificio de apartamentos en Sao Pablo, Brasil, al pensar que era Spiderman. Aquí, se está viendo la influencia que ejercen los programas televisivos en los menores.
Una reciente investigación realizada por científicos estadounidenses y que difundió la agencia Reuters, revela que los niños menores de tres años se ven seriamente afectados cuando pasan entre una y tres horas ante el televisor.
Por ello, el tiempo que los padres pasen con sus hijos y la forma como se comuniquen con ellos, son de suma importancia. Es al interactuar con ellos como les imparten valores y principios que les ayudarán a crecer y formarse correctamente.
Algunos padres se desentienden de sus hijos y para “quitárselos de encima”, les prenden el televisor en algún canal de juegos animados o de películas. Asimismo, los pequeños se han acostumbrado a convivir con la violencia, escenas de sensualidad, gritos, miradas cargadas de odio, adulterio, egoísmo, alcohol, orgullo, etc. Lo grave es que, por en la etapa de la vida en la que están, los menores son influenciables y toda la información que “absorben” a través de la televisión, termina afectando su forma presente y futura de pensar y actuar. No se puede olvidar que los niños/as están iniciando su formación y que todo lo que vean, escuchen, y viven, pesará sobre ellos.
Por otra parte, uno de los elementos más importantes del ámbito sociocultural del niño es la familia.Dentro de ésta, además de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina a que se les someta. Se ha demostrado que tanto un padre poco exigente como uno con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño, fomentan el comportamiento agresivo en los niños.
Otro factor familiar influyente en la agresividad en los hijos es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Incongruencia se da cuando los padres desaprueban la agresión castigándola con su propia agresión física o amenazante hacia el niño. Asimismo, se dan congruencia cuando una misma conducta unas veces es castigada y otra ignorada, o bien, cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace.
Las relaciones deterioradas entre los propios padres provoca tensiones que pueden inducir al niño a comportarse de forma agresiva.” (Bandura, 1973)
Por ello, es necesario la aplicación de un buen pronóstico a tiempo para predecir unos comportamientos más agresivos en la edud adulta.
Un comportamiento excesivamente agresivo en la infancia si no se trata derivará probablemente en fracaso escolar y en conducta antisocial en la adolescencia y edad adulta porque principalmente son niños con dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente.” (Marsellach, 2003,2) .
Debemos tener precaución al castigar a niños agresivos. Maccoy y Levin (1957) demostraron que "la aplicación de castigos severos por conductas agresivas en niños genera, en éstos, grados muy altos de agresividad.
Asimismo, la mayoría de las veces estos dos agentes socializadores, la televisión y la familia, son los culpables de esas actitudes tan violentas de los menores. Por ello, éstos desarrollan estos comportamientos con sus compañeros en las aulas.
Para finalizar con este tema del Bullying, expongo un vídeo y una carta para sensibilizar a los padres sobre la influencia de la televisión y de sus comportamientos violentos y agresivos en los menores.
Carta de un hijo a todos los padres del mundo:
No me des todo lo que te pido. A veces sólo pido para ver todo lo que puedo conseguir.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, me enseñas a gritar a mi también. Y no quiero hacerlo.
No me des siempre órdenes. Si en lugar de órdenes, alguna vez me pidieras las cosas , lo haría más rápido y con más ganas.
Cumple las promess, buenas y malas. Si me prometes un premio dámelo; pero también si es un castigo.
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o mi hermana. Si tu me haces sentir mejor que los otros, alguien sufrirá; y si me haces sentir peor, seré yo quien sufra.
No cambies de opinión tan amenudo sobre lo que tengo que hacer. Decide y no cambies esta decisión.
Déjame valerme por mi mismo. Si tu lo haces todo por mi, nunca podré aprender.
No mientas delante mía, ni me pidas que lo haga por tí, aunque sea para sacarte de un lío. Me haces sentir mal y me haces perder la fe en lo que me dices.
Cuando hago algo mal, no me exijas que te diga el por qué lo he hecho. A veces , ni yo mismo lo sé.
Cuando estás equivocado en algo, no lo niegues y crecerá la opinión que tengo de tí, y así me enseñarás a no negar mis equivocaciones.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con las que tratas a tus amigos. Porque seamos familiares no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digas que haga alguna cosa que tu no haces. Yo aprenderé lo que tu hagas, aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que digas y tu no hagas.
Cuando te cuente un problema mío, no me digas "no tengo tiempo para tonterias", o "eso no tiene ninguna importancia". Mira comprendeme y ayudame.
Y ámame y dímelo. A mi me gusta escuchar cómo lo dices, aunque no creas necesario decírmelo...
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